Juan C. Reyes-Blog

Escape corto de la Medicina…

DIOS SALVE A LA REINA!!!

Hay cosas que siempre me han impresionado en algunas culturas y creo que me impresionan porque en la nuestra nos hace falta ser un poco más activos en esas áreas específicas que tanto me llaman la atención. Cuando uno va a Méjico se encuentra con un país absolutamente nacionalista y con gente que definitivamente siente el amor por su patria y defienden su legado histórico de forma abierta y convencida. Cuando uno va a los Estados Unidos, siendo un país de «todo el mundo», cualquiera se puede dar cuenta de lo importante que es para los estadounidenses todo lo relacionado con su historia, su independencia, sus fiestas patrias y el estilo de vida norteamericano (no estoy hablando de una cultura como tal si no de su amor por lo que ellos ven como propio). Si uno viaja a Francia, se da cuenta del orgullo que sienten por su cultura, por su comida y sus vinos, por la social-democracia en la que viven, y en especial por el legado que tienen en su territorio y el que «ellos» le han dejado al resto de la humanidad. En Londres, una ciudad cosmopólita, con mezcla de todas las nacionalidades y culturas, los ingleses nativos conservan tradiciones y costumbres que les dan su identidad en medio de toda la heterogeneidad que los rodea. Tienen claro el papel que jugaron en el desarrollo de otras culturas y otras naciones, tienen claro que la historia los mantiene en un lugar privilegiado y que han sido protagonistas del planeta durante muchos siglos. Siguen celebrando y recordando eventos que para nosotros son desconocidos pero que si tienen que ver con nosotros y participan de forma activa y contínua en la preservación de estos elementos culturales que los mantienen «vivos» dentro del mar de costumbres y tradiciones que han migrado a su país con todas las personas que han llegado en los últimos 30 años a sus tierras a compartir el progreso y el desarrollo que ellos han logrado en todos los años de historia que tienen a su cuenta.

Nosotros, en Colombia, conocemos mucho de nuestro legado histórico; mantenemos nuestras costumbres tan intactas como podemos; nos enorgullecemos de elementos patrios destacados como el café, el carbón y el banano entre otros, y de monumentos mundiales como Cartagena, Villa de Leyva, etc.. Pero definitivamente hemos cambiado cosas simples pero muy nuestras como el pesebre de navidad por el árbol y Santa Clauss, hemos olvidado nuestra comida típica y nos hemos alineado hacia las hamburguesas y la comida procesada (con un aumento claro de la incidencia de enfermedades del tracto digestivo inferior); enseñamos en algunos colegios la historia de Benjamin Franklin pero no la del Mariscal Sucre y cada día menos les dejamos claro a nuestros hijos quienes hicieron posible (además de Bolívar y Santander) que estemos en donde estamos hoy en día. Un día de estos nuestros propios hijos llegarán a casa a decirnos:

«GOD SAVE THE QUEEN!!!».

noviembre 16, 2008 Posted by | Life | , , | Deja un comentario